Palabras del Secretario de Desarrollo Social de la CDMX, Alejandro Piña Medina, en la inauguración de la Segunda Etapa del Proyecto de Mejoramiento Barrial y Comunitario "El Niño Feliz"

Buenos días a todas y todos. Nos da mucho gusto poder acompañarles esta mañana.

Estamos entregando prácticamente ya terminado el proyecto de rehabilitación de este espacio deportivo gracias a Elizabeth quien ha sido la promovente de esta obra tan importante dentro del marco del Programa de Mejoramiento Barrial.

Es un programa que lleva ya, poco más de 10 años, atendiendo recuperación de espacios públicos en distintos espacios de la ciudad y que para nosotros ha sido muy importante, ha sido tan importante que por su eficacia se ha convertido ya en ley en la Ciudad de México para garantizar que los recursos sigan garantizándose en la aplicación de este tipo de programas.

¿Por qué es importante? Bueno, primero parte de la iniciativa ciudadana no es algo que la autoridad este determinando realizar, sino son los propios vecinos quienes se organizan, quienes visualizan una necesidad y a partir de ello buscan el acompañamiento técnico para poder invertir recursos que el gobierno pone en sus manos, y además se encargan, pues obviamente de administrarlos y aplicarlos, para que esto termine en un beneficio para toda la comunidad.

Esto es fundamental, es muy importante, porque con este Programa hemos podido rehabilitar espacios como este, en muchos lugares en donde seguramente aquí no será la excepción, más o menos todas las historias son muy parecidas, pero lugares en donde anteriormente eran espacios inseguros, espacios que no tenían una imagen adecuada, eso los hacía más inseguros, y obviamente pues quienes lo utilizaban pues era regularmente para cometer fechorías, para delinquir, o consumir sustancias prohibidas. Esto, pues ha sido una realidad en muchos espacios de la ciudad.

Como vecinos fuimos dejando también el espacio público, lo fuimos olvidando, justo también porque se volvió inseguro, pero cuando lo abandonamos eso provoco que se volviera aun más inseguro, no sé si ustedes se acuerdan, -pero yo todavía me acuerdo cuando era niño, no tiene tanto, fue hace muy poquito-, pero cuando era niño, y seguramente muchos de ustedes cuando éramos niños, todavía teníamos posibilidad de jugar en la calle, nuestros papas nos permitían salir a jugar a la calle y encontrarnos ahí con los amiguitos, los vecinos y más o menos había un acuerdo entre padres e hijos, de a tales horas regresas, -¿verdad?- y a esa hora sabíamos que había que estar ahí si no uno se metía en problemas.

Pero en general la calle era un espacio seguro, era un espacio habitable, había también un acuerdo entre vecinos que prácticamente los hijos eran de todos y entre todos los cuidábamos, garantizábamos la seguridad, si alguno tenía un problema no faltaba la vecina que podía acudir a ayudar, a apoyar a quien lo necesitara.

Eso fue cambiando y fuimos dejando de ser tan cercanos, tan solidarios, dejamos esa convivencia entre comunidad y eso también permitió que la delincuencia, que las actitudes que dañan a nuestra sociedad se apoderaran de nuestros espacios públicos; eso tenemos que cambiarlo, tenemos que regresar, no hay que descubrir el hilo negro, hay que regresar a lo que ya conocemos, que es posible, que es factible y que todos podemos garantizar, que es la seguridad de nuestros espacios y la seguridad de nuestros hijos.

El poder invertir en proyectos como éste, que abonan a recuperar un espacio, nos da la oportunidad de poder reencontrarnos como comunidad, que este espacio sirva para que nuestros hijos vuelvan a reconocerse, puedan tener oportunidad de jugar, de convivir y asimismo los papás de volver a reconocernos, reencontrarnos y volver a construir lazos solidarios dentro de nuestra colonia, y que con eso volvamos una comunidad más segura.

Cuando nosotros ocupemos los espacios, tengan por seguro que los malhechores se van a ir a otro lado, no les gusta estar donde hay gente, ellos buscan lugares oscuros, solitarios; entonces, tenemos que darle vida a estos espacios y creo que esa es la importancia de tener lugares como éste, así que es un gran acierto que con Elizabeth, los vecinos que se organizaron para poder desarrollar ese proyecto, que además ya va en una segunda etapa, podamos darle esa oportunidad a nuestra comunidad. Me comentaban, vamos por una tercera etapa.

El programa además, la nobleza que tiene, es que año con año podemos seguir participando para obtener recursos e ir complementando el proyecto que visualizamos desde un inicio; en principio se recuperó esta parte, tenemos ya la cancha con toda la perimetral, obviamente porterías, aros de basquetbol y necesitamos ahora construir un sendero −que es lo que me comentaban− que conecte con este espacio a las diferentes unidades que tenemos aquí para que todo mundo pueda transitar de manera segura, con alumbrado adecuado; darle condiciones de mayor seguridad, mucho más habitables para todos y que con eso podamos tener una mejor convivencia entre todos.

Eso es a lo que vamos, esa es la importancia de este tipo de programas, lo importante es que no lo dejemos caer, ya se hizo la inversión, ya está la obra realizada, va a beneficiar a la comunidad, ahora hay que cuidarlo, no hay que permitir otra vez que estos espacios caigan y que la gente que no queremos se apodere de ellos porque ahí es donde perdemos como comunidad, perdemos como vecinos. Tenemos que mantenerlos, cuidarlos y aprovecharlos mucho. A los niños pedirles nada más que los aprovechen, que se diviertan, que disfruten y que sean felices.

Muchas felicidades a todos, felicidades Elizabeth, a todos los vecinos de esta comunidad y quienes hayan participado en este proyecto, enhorabuena y gracias por permitirnos compartir esta mañana con ustedes.